Independizarse o hacer una inversión con la que obtener un rendimiento de tu patrimonio son a priori ideas muy atractivas, pero no se puede perder de vista que ser el propietario de (y vivir en) una vivienda conlleva muchos gastos en el día a día: hay que pagar agua, luz, calefacción, IBI, y un largo etcétera. En esta entrada te contaremos en qué debes fijarte cuando vayas a comprar una cara para que ahorres dinero casi sin darte cuenta.
En primer lugar, es necesario destacar algo tan fundamental como las ventanas. Suponen mucho más que un elemento estético, ¡son tu principal barrera contra los días de frío polar o calor tropical! Comprueba si están nuevas o son de origen y, si es necesario, pregunta al vendedor por las cualidades de todas ellas, especialmente las más expuestas en las fachadas exteriores. Por supuesto, las ventanas con doble acristalamiento, rotura del puente térmico, o un buen aislamiento del cajón de la persiana serán tu mejor garantía para una casa realmente acogedora.
Al valorar si una casa puede ser nuestro nuevo hogar, no solo debemos de prestar atención su estado, sus metros cuadrados o sus posibilidades. Hay un aspecto fundamental que muchas veces pasamos por alto: la orientación de los huecos.
Una buena orientación nos ayudará a ahorrar en luz y climatización y, por lo tanto, dinero. En el caso de vivir en Navarra, o en un zona con una temperatura media-baja, con una orientación sur tendremos más luz natural y, durante los meses fríos, nos ayudará a calentar nuestra vivienda sin depender únicamente de la calefacción. Por contra, una orientación norte puede refrescar la casa en zonas muy cálidas, pero ojo porque si el interior de la vivienda es muy oscuro ¡te obligará a aumentar tu consumo en luz artificial!
Si además nuestra vivienda tiene doble orientación te facilitará la ventilación de tu hogar e incluso ayudará a refrescar en la época estival, debido a las corrientes de convección natural generadas por la diferencia de temperaturas entre fachadas opuestas. Si sumas esto a una vivienda bien acondicionada y con una buena eficiencia energética, puedes reducir enormemente el consumo de suministros.
Además, si la orientación de la cubierta es favorable y tu comunidad lo permite, puedes replantearte instalar paneles solares individuales, una instalación cuyo costo puede ser fácilmente amortizado en unos pocos años con el ahorro en tus facturas de consumos energéticos.
Comprar una casa ya equipada con electrodomésticos supone un gran ahorro en el desembolso inicial . Pero, ojo: no siempre los electrodomésticos que se transmiten con la vivienda son a la larga la opción más económica: Aprovecha las visitas a tus posibles casas para descubrir si son eficientes, comprobando que en su etiqueta ponga la letra A, siendo este el índice más eficiente, hasta la letra G, que es el que más consume. Si tienes que invertir en ellos, ten en cuenta que, aunque son más caros que los de categorías inferiores, a lo largo de toda su vida útil nos permitirán ahorrar más de 600 € en electricidad.
En el caso de las calderas, esta cuestión es aún más relevante: una caldera de condensación, por ejemplo, es más eficiente que una común, y eso a la larga tiene un reflejo importante en la factura del gas.
Por último, la distribución de los electrodomésticos también es un punto importante. Además de la eficiencia intrínseca de cada aparato, su disposición también influirá en su rendimiento, sobre todo en los que más consumen. Por ejemplo, el frigorífico es, con diferencia, el que más gasta y por eso es importante que esté ubicado en un lugar fresco y ventilado alejado de fuentes de calor externas que le obliguen a rendir por encima de lo necesario. Si está ubicado junto al horno, por ejemplo, es posible que nuestro consumo para que el interior se mantenga a una temperatura establecida sea un poco mayor.
El certificado energético o CEE de una vivienda es un documento que deben poseer todos los inmuebles a la hora de venderse, que certifica su eficiencia energética y se obtiene con el informe de un técnico acreditado.
Es aplicable a cualquier tipo de inmueble y, al igual que ocurre con las etiquetas de los electrodomésticos, la certificación puede ser indicarse con valores que van desde la letra A, para aquellas instalaciones más eficientes, hasta la G, para calificar a las más deficitarias. ¿Y por qué es tan necesario? Porque permite que de un sólo vistazo los inquilinos o nuevos propietarios entiendan las condiciones de eficiencia energética del inmueble que se plantean adquirir .
En este informe se califican aspectos como:
Como ocurre con las ventanas o los electrodomésticos, conseguir la mejor calificación suele suponer un incremento en los costes de construcción, lo que normalmente se traslada al precio de la vivienda, pero a cambio de este mayor desembolso ahorraremos dinero durante los siguientes años en nuestras facturas de energía. Por ello, a la hora de valorar qué casa comprar, ten siempre presente el CEE.
El último punto al que vale la pena prestar atención es el constituido por las zonas comunes, las grandes olvidadas por ser algo “ajeno” a nuestro hogar. Y, sin embargo, si algo falla, serán un posible foco de problemas, así que ¡mira con atención! Debes tener en cuenta que tu vivienda participa de tus gastos comunitarios y, si estos resultan ser demasiado altos, pueden acabar convirtiéndose en un problema.
¡Y no nos referimos solo a los gastos de comunidad! Un mal estado de conservación del portal, o la existencia de barreras arquitectónicas ya dan una pista de posibles reformas o actualizaciones próximas. También es importante estudiar si hay ascensor, podría haberlo, o si este gasto está descartado. Merece la pena consultar el estado de la fachada y el tejado y si estos han sido renovados recientemente, o preguntar si el inmueble ha pasado ya el IEE, obligatorio en edificios de vivienda colectiva de más de 50 años.
Fijarte en el estado de todas estas zonas te ayudará a saber si hay posibles derramas a la vista. Si encontramos una vivienda con todos estos aspectos solucionados, podemos estar seguros de que a la larga no tendremos gastos inesperados y que, además, el edificio nos ofrecerá la mejor eficiencia energética posible.
Si tienes dudas o no tienes claro cómo valorar todas estas cuestiones, nuestros asesores serán tus mejores representantes y te acompañarán en la compra de tu nueva vivienda para asegurarse de que ningún aspecto se escape y que tú puedas elegir con total tranquilidad y control.